El pasado 26 de Octubre en las dependencias de la Sociedad se celebró una Asamblea Extraordinaria de socios convocada por la Directiva tras tener, después de varios meses, el resultado definitivo de la auditoría encargada a fin de determinar si el estado económico y fiscal de la Sociedad cuando nos hicimos cargo de ella era el que reflejaban los escuetos datos y documentos que nos dejó la directiva cesante.
Como cualquiera comprenderá el dar por buena una situación que únicamente se veía reflejada en unos escuetos resúmenes económicos anuales, sin soporte documental alguno que los valide, aprobados en unas Asambleas a las que solo asisten tres o cuatro personas, todos con cargos importantes en la Directiva e iniciar a partir de ahí una gestión cimentada en poco menos que arenas movedizas era un acto de fe que no estábamos dispuestos a realizar, sobre todo porque implicaría aceptar también una serie de responsabilidades que permanecen, es decir que se asumen junto con el resto de cuestiones que atañen a la Sociedad y que podrían suponer un perjuicio heredado societario e incluso personal.
Por todo lo anterior pusimos toda la documentación de la que disponíamos ( la que nos entregó la directiva saliente, la solicitada a los bancos sobre cuentas y tarjetas, la que nos remitió la gestoría y cuanta pudimos encontrar en la oficina) en manos de un bufete de abogados y de otro despacho de economistas de reputada solvencia y se les encargó la revisión y auditoría de todo ello para los ejercicios que no estuviesen prescritos penal o tributariamente a fin de determinar de forma clara y concreta la actuación de la anterior directiva respecto del manejo de los recursos de la Sociedad y al tiempo aclarar si la aceptación de dirigir la Sociedad implicaba alguna responsabilidad que desconociésemos.
Hoy podemos decir que, lamentablemente, el resultado de ese estudio, detallado y escrupuloso, ha dejado al descubierto una negligente gestión económica y social, con practicas impropias, amorales e incluso presuntamente ilegales.
La Asamblea ha dado autorización a la Junta Directiva actual para emprender cuantas acciones penales y civiles sean necesarias para depurar responsabilidades y recuperar, si fuera posible, las cantidades que pudieren haber sido indebidamente dispuestas o gestionadas. Este encargo ha sido ya trasladado a los correspondientes profesionales que en este momento estudian las mejores formas de proceder en vía Judicial para lograrlo.
Del proceso que ahora se inicia se mantendrá puntualmente informados a los socios.
Gracias por la confianza que habéis depositado en nosotros.
La Junta Directiva.